Razones para amarte.

Las hay, a montones y cada vez más. Porque ¿cómo no te voy a amar? Si contigo he aprendido a darle nombre a este sentimiento, a amarte y a amarme. 

A veces pienso que solo soy, cuando soy contigo. Que solo puedo sonreír y reír hasta que me duela el estómago cuando estoy a tu lado. 

Y entonces me dijo 'te amo'.

En realidad no ha sido la primera vez, ni la última. Pero el mero hecho de que me lo haya vuelto a decir, que haya podido ver esas cinco letras seguidas de mi nombre, me ha hecho sonreír de nuevo, como la primera vez que me lo dijo. Sí, ya sé que solo son palabras y que las palabras son aire vacío pero...Suenan tan bien al oírlas. En cierto modo, necesitaba oírle decir 'te amo' una vez más. Simplemente para cerciorarme de que no era yo la única que sentía esto. Este sentimiento que me calaba hasta los huesos, que en cuanto caía sobre mi una mota de desconfianza era como mil cuchillas atravesándome, y que hacía que cuando no estuviera junto a él, su ausencia me hundiera el pecho.

Puede sonar algo masoquista que amarle tenga que hacerme, en ocasiones, cierto daño. Pero ¿a caso el dolor no nos demuestra que lo que vivimos es real?

Hola, soy yo otra vez.

En realidad nunca me has visto por aquí antes, con lo que esta es la primera vez que me lees. Bien, para empezar he de decir que este blog, en el que ahora estás, es algo completamente nuevo para mi y va a ser mi vía de escape, así como dato.
La razón por la que he creado este blog es porque quiero poder escribir lo que siento, lo que pienso, aún no siendo leída por nadie y si, por algún casual alguien como tú, que me estás leyendo por primera vez, le gusta...¡Bienvenido sea a mi blog! Y si no le gusta pues...a alguien más le gustará.